El término precipitación se usa para designar cualquier tipo de forma en que el agua cae desde las nubes a la tierra. Existe una lista hecha por meteorólogos de diez tipos de precipitación pero sólo se distinguen normalmente tres: lluvia, granizo y nieve.
Las nubes al ascender se expanden y al hacerlo se enfrían alcanzando el vapor de agua el punto de rocío y la condensación. La condensación hace que la fuerza de la gravedad supere las de suspensión y el agua cae hacia el suelo originándose las diferentes precipitaciones.
Cada gota de lluvia puede estar formada por un millón de gotitas de agua que el aire esa capaz de sostener y cada gotita está formada por cuatrillones de moléculas de agua. Dependiendo de la temperatura a la que se forman las gotitas de agua de las nubes pueden ser de cristales de hielo. Cuando estas gotitas aumentan de tamaño y adquieren un peso suficiente para no flotar, se produce la precipitación y caen a tierra. Si el aire está lo suficientemente caliente las partículas de hielo se funden y llegan al suelo en forma de lluvia. Alguna vez te habrás dado cuenta de que, normalmente, cuando llueve, sopla un viento tibio.
Sin embargo, si el viento es frío, caen en forma de nieve o granizo.
La lluvia no es igual en todo el planeta. Depende mucho del clima existente en la zona y puede ir desde una simple llovizna a una lluvia fuerte y muy densa.
Se reconocen tres tipos de lluvias:
Lluvias de nubes de convección (en la zona ecuatorial)
Lluvias de los ciclones o de frentes (en zonas templadas)
Lluvias originadas por las orográficas o de relieve (masas de aire que precipitan en barlovento)
La forma más común de precipitación helada es el copo de nieve, compuesto por muchos cristales de hielo hexagonales que se han congelado juntos, debido a un descenso lento de la temperatura hasta menos de 0° C. Los cristales de hielo jamás son iguales pero presentan siempre una simetría de seis partes.
Finalmente tenemos el granizo, otra forma de precipitación, que proviene de las nubes cúmulo-nimbo. Son granos blancos y opacos de hielo que pueden medir entre 2 y 5 milímetros de diámetro, y que al caer al suelo rebotan. El granizo se forma por el ascenso de rápidas corrientes de aire que llevan vapor de agua que, al congelarse caen.
Otras formas asociadas a la precipitación son el rocío (gotitas de agua sobre los objetos y cuerpos expuestos a la intemperie) y la escarcha (cristales o escamas de hielo que se forman cuando la condensación del agua se lleva a cabo a una temperatura por debajo de 0 ºC) Pulsa aquí para ver los distintos meteoros y nubes
Las precipitaciones se miden por medio de un aparato llamado pluviómetro