La jerarquía es la forma de organización que se le asignará a diversos elementos de un mismo sistema, que pueden ser indistintamente personas, animales o cosas, ascendente o descendente, por criterios de clase, poder, oficio, autoridad, categoría o cualquier otro de tipo que se nos ocurra, aún siendo el más arbitrario, pero que tienda y cumpla con un criterio de clasificación. Esto implica que cada elemento estará subordinado al que tenga por encima suyo, con la excepción, claro está, de aquel que ocupe el primer lugar en la jerarquía. Por ejemplo, en el reino animal es donde mejor establecidas y claras parecen reconocerse las jerarquías; un pájaro, jamás (realmente jamás…) intentaría pasar por sobre el poder de un gato, su inmediato antecesor en la cadena de jerarquías que se define en la pirámide alimentaria. Este ejemplo sencillo de relación entre especies se percibe también a nivel intraespecífico. Esto significa, en términos simplificados, que las jerarquías caracterizan a la conducta de los animales gregarios. De este modo, los insectos sociales están organizados en una estructura por la cual sólo una pareja está preparada para reproducirse, con una reina que desova centenares de individuos estériles que cumplen la función de obreros y soldados. Por otra parte, los mamíferos gregarios, como los lobos, también se rodean de una estructura jerárquica en la cual existen líderes definidos. A diferencia de las sociedades de insectos, que son rígidas y muy asimétricas, los grupos sociales de mamíferos se caracterizan por su movilidad, esto es, por la sustitución en caso de incapacidad o deficiencia física de los líderes. También, el término de jerarquía, es desde hace unos cuantos años, ampliamente común y utilizado en la jerga de la gestión de las organizaciones para hacer alusión de la cadena de mando que generalmente observan estas y que va en orden descendente desde los puestos más altos o jerárquicos, en los que encontramos al presidente, directores y gerentes, siguiendo por los intermedios, como puede ser algún empleado profesional calificado pero que no ostenta un grado de decisión tan alto como los jerarcas recién nombrados. Por último a los subordinados o empleados que no ostentan ningún tipo posibilidad de gestión. En las empresas, entonces, será la jerarquía la que establecerá las relaciones de autoridad entre jefes y empleados y sobre la cual se determinará la estructura organizacional. En un formato similar se definen las estructuras militares, en las que la jerarquía forma parte del orden cotidiano. La posibilidad de escalar posiciones en estas organizaciones depende de múltiples factores, pero, de una forma u otra, se trata de jerarquías móviles con la posibilidad de crecimiento en la escala. Las jerarquías de la Iglesia se organizan de un modo comparable, en la cual la posibilidad de crecer depende de numerosas variables. Es tema de debate entre los sociólogos la definición de la existencia de jerarquías innatas en las sociedades humanas, dado que la mayor parte de las estructuras jerárquicas se fundamentan en modelos elaborados. Se postula que parte del comportamiento de los seres humanos tiene bases biológicas, por lo cual se presume cierta tendencia a la organización en jerarquías que surgiría de la propia naturaleza. Se requiere aún mucha investigación para llegar a conclusiones definitivas.
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