Pueblo y ciudad

Pueblo y ciudad

PUEBLOS Y CIUDADES

Existen diversas diferencias en cuanto la comparación de pueblos y ciudades. Cuando se habla de pueblos regularmente se piensa en una cantidad reducida de habitantes, un territorio antiguo y sin avance moderno. Una ciudad debido a la urbanización supera por mucho el tipo de vida que un pueblo podría ofrecer ya que su desarrollo es mayor y cuenta con un avance tecnológico. Sin embargo a pesar de tales diferencias existen similitudes que comparten.

Los pueblos cuentan con un espacio reducido en tamaño y con una población más pequeña. Sus actividades se basan más quenada en el sector primario como lo que es la agricultura, ganadería, minería, la pesca o lo forestal, en algunos casos también se practica el sector terciario, el turismo rural. Existen entidades pequeñas como las aldeas, casas, cortijos etc. En cuanto infraestructura, solo algunos pueblos cuentan con pavimento en sus calles muchos otros siguen con empedrados. Algunos cuentan con alumbrado público, servicios de drenaje, de agua, servicio de internet, atención médica adecuada, educación, etc. La atención médica que se ofrece en la mayoría de los pueblos es de un nivel básico ya que esos centros de salud no están equipados con nueva tecnología. La educación es otro punto importante a tratar cuando se habla de pueblos ya que no llega a todos. Existe la carencia de escuelas y de maestros que impartan clases. Existe la carencia de empleo y oportunidades de sobresalir y obtener una educación superior a un bachillerato.

Una ciudad puede ofrecer diversos tipos de vida de acuerdo a gustos. Es un área urbana con una densidad alta de población. En la cual predomina la industria y los servicios. Existen todo tipo de servicios, por ejemplo, de agua, luz, drenaje, escuelas, hospitales, centros recreativos, centros comerciales, cines, etc. Una ciudad cuenta con una infraestructura que le permite avanzar en el mejoramiento de la misma, lo cual hace la vida de los habitantes más fácil.

La atracción de las ciudades

Muchas veces sucede que vivimos en ciudades que conocemos muy poco. Esto generalmente le ocurre con mayor frecuencia a los habitantes de las grandes urbes.

Es importante que las personas conozcan la ciudad donde viven y sepan ubicarse en ella, lo que se puede lograr recorriéndola y visitando sus lugares más importantes: edificios históricos, museos, parques, centros administrativos del país, etcétera. Es recomendable que este conocimiento empiece cuando se es niño, sin esperar llegar a adulto para decidirse a hacerlo.

El concepto urbano proviene de la palabra latina urbs, con la que los romanos denominaban a la ciudad. La ciudad es una población grande y compacta, cuyos habitantes no se dedican a la producción de alimentos. Es tradicionalmente un centro de vida económica, política, religiosa y social. Las ciudades nacieron porque el hombre necesitaba vivir cerca de otros seres humanos para satisfacer sus necesidades de intercambio, reunión, bienestar, etcétera.

Características

Las características principales de las ciudades o centros urbanos son:

• En ellas habita un gran número de personas en un espacio determinado. Esto se denomina concentración de población.
• En ellas hay muchas construcciones. Para el hombre ha sido un gran desafío construir viviendas en altura, ya que así puede aprovechar mejor el espacio. 
• La ciudad es un paisaje cultural. Es decir, en ella todo ha sido construido por el hombre, que ha alterado o modificado la naturaleza.
• Se consideran centros urbanos aquellos lugares en que la mayoría de los habitantes desarrollan sus actividades en el sector secundario o sea, en los empleos relacionados con la industria; o en el sector terciario, en los empleos relacionados con los servicios, como el comercio, la salud, la educación, etcétera. 
• La ciudad se caracteriza por estar dividida en barrios. Estos constituyen una unidad; son la organización en el espacio para las diferentes actividades que se realizan en una ciudad. 
• Las ciudades son centros administrativos. En ellas se encuentran los servicios burocráticos más importantes.

Emplazamiento y organización

El emplazamiento de una ciudad es el espacio físico en el cual esta se localiza. Es determinante para su funcionamiento y posterior expansión.

El emplazamiento comprende las características físicas del terreno donde la ciudad se originó, y sobre el que se ha desarrollado. Puede transformarse como resultado de cambios en los transportes, en el desarrollo económico de la zona, o de acuerdo a las funciones que cumpla la ciudad.

Un aspecto interesante de la ciudad, es que las características de lo urbano implican que en este medio las personas que lo habitan, posean una adecuada organización. Lo anterior tiene el fin de llevar una vida colectiva, así como también la existencia de una elevada especialización en las actividades que allí se desarrollan.

Criterios para conocerla

El agrupamiento de personas se traduce en una alta densidad en la ocupación del espacio.

El criterio que considera el número de personas para referirnos a ciudad, varía notablemente de un país a otro. Por ejemplo, en Estados Unidos se toma un mínimo de 2.500 habitantes; en Francia, de 2.000 habitantes; y en Bélgica, de 5.000 habitantes.

En Puerto Rico, el criterio para estimar un área como urbana, se basa en la agrupación de un mínimo de viviendas y en la existencia de un mínimo de servicios urbanos.

La Junta de Planificación de Puerto Rico, ha definido como urbano todo asentamiento dotado de una planta urbanística con un mínimo de 40 viviendas agrupadas y que posea algunos servicios básicos, requisitos estos que deben concurrir al mismo tiempo.

El más pequeño de estos asentamientos corresponde a la aldea, con menos de 1.000 habitantes. En tanto, el pueblo es el centro urbano que cuenta con una población de entre 1.001 y 5.000 habitantes, y la ciudad es aquel centro urbano que tiene una población de más de 5.000 habitantes.

El origen de las ciudades

Diversas circunstancias han dado origen a las ciudades. El paso de la forma de vida nómade a la sedentaria fue el primer acontecimiento que llevó al surgimiento de pueblos y ciudades.

La vida sedentaria y el desarrollo de la agricultura —actividad que permitió la existencia de excedentes de alimentos— provocaron y posibilitaron que algunos miembros de la comunidad realizaran trabajos diferentes al de tipo agrícola, favoreciendo así la agrupación de personas y la especialización de las actividades. 

Algunos se dedicaron a la artesanía, otros a la alfarería, los demás al comercio, etcétera. Así se gestó el inicio de la vida urbana. 

Tres fueron los factores que influyeron en la aparición de las ciudades: la existencia de un medio favorable para la producción de un excedente agrícola, una tecnología relativamente avanzada, y una estructura de poder bien establecida.

Las primeras aglomeraciones

Alrededor del 4000 antes de Cristo, en los fértiles valles fluviales de los ríos Éufrates y Tigris, en Mesopotamia, surgieron las primeras aglomeraciones poblacionales, que pueden recibir el nombre de ciudades
La vida urbana también se difundió en el valle del Nilo, en Egipto; hacia el Oriente a los valles de los ríos Indo y Amarillo, y también hacia las costas orientales del Mar Mediterráneo. 

A lo largo de la historia, podemos distinguir dos tipos de ciudades: las de origen centrípeto y las de origen centrífugo.

Origen centrípeto

Las ciudades de origen centrípeto son aquellas que se van formando en un lugar donde existe población rural, que se va agrupando progresivamente en un núcleo urbano, en el que se instalan servicios y comercio.

Este núcleo va atrayendo a nuevos campesinos desde localidades lejanas. 
Estas ciudades son espontáneas y se forman en forma lenta, de acuerdo a las necesidades de su población y a las características del medio físico que las rodea.

Diversos factores han favorecido el surgimiento de ciudades en forma espontánea. Entre ellos se puede mencionar: la presencia de castillos, fuertes, centros religiosos, cruce de caminos, grandes explotaciones mineras e industriales, lugares de atracción turística, y concentración de viviendas rurales.

Ejemplo de ellas son las grandes capitales europeas, así como Roma, París, Londres y Berlín, generadas lentamente por la atracción del centro urbano.

Los castillos y fuertes, en épocas pasadas, fueron lugares a los cuales la gente acudía en busca de protección. Paulatinamente, se fueron construyendo viviendas en sus alrededores, las que se hicieron permanentes, y las personas comenzaron a realizar actividades diferentes a las agrícolas.

Lugares de peregrinación religiosa, conventos y monasterios, también constituyen lugares de atracción poblacional, favoreciendo con ello las agrupaciones permanentes de viviendas y personas.

La confluencia de rutas atrajo principalmente a comerciantes que lentamente fueron estableciéndose allí de modo definitivo, atrayendo a un mínimo cada vez mayor de gente.

En las ciudades espontáneas, las calles y predios toman un trazado o plano, de formas sinuosas e irregulares

Origen centrífugo

Las ciudades de origen centrífugo son aquellas creadas por una decisión tomada desde una ciudad que ya existe. Desde ella se envía a un grupo de gente para que funde una ciudad en un terreno desocupado o habitado por población, a la cual se pretende dominar.

Esta nueva ciudad, que ha sido creada por gente que conoce la vida urbana, se transforma en un enclave que permite el control del territorio circundante y la extracción de sus productos. Estas ciudades presentan generalmente un trazado geométricoLos más utilizados son el trazado octogonal o en forma de plano damero (como tablero de dama o ajedrez).

Claros ejemplos de este tipo de ciudades son aquellas fundadas por los europeos en América, con la que los conquistadores españoles ocuparon el territorio y desde la que dirigieron su tarea de colonización hacia el espacio circundante.

Ciudades como Santiago de Chile, conservan el testimonio de su origen centrífugo, aunque sea solo en su centro, ya que su desarrollo posterior corresponde a un crecimiento no planificado.

Otro ejemplo de este tipo de ciudad son los modernos intentos para incorporar a la vida de la nación extensas zonas hasta ahora inhabitadas y de lo cual la creación de Brasilia, al interior de Brasil, constituye un ejemplo destacado.

Organización de la vida urbana

En una ciudad viven muchas personas, que desarrollan distintas actividades. Por esa razón, deben organizarse en forma adecuada en el espacio, de manera de no entorpecerse. Esta es la razón por la cual existen distintos barrios o zonas.

  • En el centro de la ciudad se llevan a cabo las actividades relacionadas con los negocios, las finanzas, la cultura y la administración pública. Esta zona central se caracteriza por acoger a una gran cantidad de población flotante. 
    Al centro llegan muchas personas a trabajar o a hacer trámites, pero pocos viven allí en forma permanente. 
    Las ciudades latinoamericanas se han desarrollado a partir de lo que se llama su centro histórico, lugar en el que se encuentra la plaza principal y las oficinas más importantes.
  • Otra zona importante y claramente identificable en una ciudad, es la zona industrial. En ella se ubica un gran número de fábricas y de otras actividades relacionadas con ellas. Por lo general, sus trabajadores habitan en esta zona. 
  • También están los barrios residenciales, que pueden darse en diferentes sectores de la ciudad, dependiendo de las necesidades de sus habitantes. Así, podemos encontrar conjuntos residenciales cerca del centro, y otros en las afueras de la ciudad.

Funciones de una ciudad

El término funciones urbanas se refiere a las actividades que se desarrollan en los centros urbanos, las cuales les dan las características propias que permiten diferenciarlos del ámbito rural.
Las funciones que pueden cumplir un centro urbano son múltiples y variadas, sin embargo, se pueden clasificar atendiendo a las actividades más relevantes de cada una de ellas. 

  • Función comercial: es una de las más características de la ciudad. En ella se incluyen todos los servicios necesarios para el comercio y el consumo que necesita la población urbana. Dentro de las ciudades cuya función principal es el comercio, destacan los puertos marítimos, donde fluyen mercaderías de todo el mundo, dado que el mar es la vía a través de la cual se moviliza el mayor tonelaje de carga mundial
  • Función administrativa o de gobierno: las ciudades que cumplen esta función son aquellas que se dedican a la organización de los servicios que requieren el buen funcionamiento de la actividad política y administrativa. Todas las ciudades capitales del mundo, así como las más importantes de cada región, desempeñan esta tarea. Por ejemplo: Washington, Canberra y Brasilia. 
  • Función industrial: es una de las más importantes dentro de la ciudad, por constituir la principal fuente de trabajo de su población. Un ejemplo lo constituye la ciudad de Barceloneta al norte de Puerto Rico, donde gran parte de sus habitantes trabaja en la industria farmacéutica. A nivel mundial, podemos nombrar por su actividad industrial a Detroit y Pittsburg, en Estados Unidos; Duisburg, en Alemania, y San Pablo, en Brasil. 
  • Funciones religiosa y cultural: entre las ciudades que cumplen una función religiosa, sobresalen: Ciudad del Vaticano, en Italia, a la que peregrinan miles de fieles, por ser sede del Papado, lo que hace que su importancia se extienda a otros campos además del religioso. Otros ejemplos son: La Meca, en Arabia; y Lourdes, en Francia. 
    En España se conoce mundialmente el camino de Santiago, centro de peregrinación. Ciudades destacadas por su importancia en el plano educativo, en especial por el prestigio de sus universidades son: Oxford y Cambridge, en el Reino Unido; Upsala, en Suecia; Princeton, en Estados Unidos. 
  • Función turística: se desarrolla en ciudades dedicadas al descanso y la recreación de las personas que llegan hasta ellas, como San Juan de Puerto Rico, de renombre internacional. Punta Cana en la hermana República Dominicana, entre otras. Destacan además, Paris en Francia, Roma, Venecia y Nápoles en Italia, Málaga y San Sebastián, en España; Niza, en Francia; Miami y Las Vegas, en Estados Unidos. Las ciudades de este tipo presentan condiciones naturales, unidas a una infraestructura adecuada, que las hace atractivas a personas que buscan favorables condiciones climáticas, paisajes hermosos o posibilidades de practicar determinados deportes o diversiones.
    Algunas ciudades desarrollan muchas o gran parte de las funciones en forma simultánea, de modo tal que no es posible individualizar funciones claramente preponderantes. Son denominadas por algunas ciudades mixtas, y por otros, gran ciudad o metrópoli. Entre las más sobresalientes están Nueva York, París, Londres, Roma, Los Ángeles y Boston.

El proceso de urbanización

El proceso de urbanización o de crecimiento urbano, es un concepto que comprende tanto el aumento de la población citadina como la expansión de las áreas edificadas. En la actualidad, ambos fenómenos plantean difíciles problemas de índole tan variada, como pueden ser los aspectos sociales, económicos, políticos y ambientales.

La sociedad contemporánea tiende en forma creciente a vivir en el ambiente urbano. Se estima que en la próxima década más de la mitad de la población del mundo —3.300 millones de personas— habitará en ciudades, y que en el año 2025 esta cifra llegará a los dos tercios de la humanidad.

Nunca en la historia habían existido áreas urbanas tan pobladas y tan extensas como en la actualidad, transformando territorio rural en urbano.

Metrópolis, conurbación y megalópolis

Cuando una ciudad sobrepasa el millón de habitantes, se habla de una metrópolis, y cuando varios centros urbanos se juntan entre sí, se denomina conurbación. Entre las principales conurbaciones del mundo, destacan las ciudades de Londres y Ciudad de México.

Hay casos también en los que una conurbación llega a unir varias metrópolis, y entonces hablamos de megalópolis. Esto sucede en el caso de la costa este de Estados Unidos, convertida en una gran área urbana que abarca un buen número de grandes ciudades entre Boston y Washington.

La ciudad industrial

Hasta fines del siglo XVIII, la ciudad en Europa se había basado en la agricultura. La ciudad era un mercado, lugar de comercio de los productos agrícolas. Entonces, se inició en Europa la Revolución Industrial. En la ciudad comenzaron a instalarse fábricas, y las personas que antes se dedicaban a los trabajos del campo, se trasladaron hacia ellas para trabajar. Esta migración o traslado de personas significó que la población aumentara considerablemente, y que la ciudad comenzara a crecer.

En América Latina también se dio el mismo fenómeno en las grandes ciudades, pero sin la base de la industrialización importante para sus actividades. No hubo fábricas suficientes donde pudiera trabajar la gran cantidad de campesinos que llegaron a la ciudad en busca de una mejor vida.

Proceso acelerado

Las industrias localizadas en las ciudades atrajeron a miles de personas, que deseaban trabajar en los centros urbanos. Este acelerado proceso de urbanización se tradujo en una situación insostenible para las ciudades del siglo XIX.

Debido a la gran oferta de mano de obra y para lograr el máximo de ganancias, los empresarios industriales ofrecían sueldos muy bajos, que apenas servían para pagar viviendas insalubres, agrupaciones en densos barrios obreros que ocupaban extensas áreas urbanas. Las familias se apiñaban en cubículos carentes de servicios, mal ventiladas, donde proliferaban las enfermedades.

Frente a la miseria de las masas obreras y los problemas de congestión y contaminación de la ciudad industrial, la sociedad reaccionó con diferentes posturas.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, como consecuencia de los graves problemas de las ciudades y las crecientes revueltas populares urbanas, los gobiernos europeos emprendieron una serie de planes que tendían a mejorar las condiciones de vida de las ciudades, facilitando el transporte y la actividad comercial.

Hoy en día, el nivel de urbanización sigue experimentado un elevado crecimiento, proporcionalmente muy superior al aumento de la población total.

Ventajas y problemas de la vida urbana

La ciudad le da al hombre las posibilidades de una mejor vida, pues en ella están los servicios básicos que necesitan las personas, como hospitales, instituciones educacionales, luz, alcantarillado, agua potable, centros comerciales, centros culturales, etcétera. Además, en ella se desarrollan muchas actividades, por lo que hay mayores oportunidades de trabajo.

Por estas razones, llega una gran cantidad de gente a vivir a la ciudad lo que, sin embargo, trae una serie de problemas. 

  • Hacinamiento urbano: es la excesiva aglomeración de personas y viviendas, agravada por la falta de sitios de expansión. Los habitantes se ven obligados a vivir en lugares sobrepoblados, lo que afecta su privacidad. 
  • Contaminación ambiental: con la concentración de población, vehículos e industrias, se producen alteraciones ambientales en la ciudad. Estas no solo afectan a los elementos naturales del emplazamiento, sino también a sus habitantes. La contaminación atmosférica, acústica y de las aguas, por ejemplo, son problemas típicos de las grandes ciudades. El humo, el polvo y el ruido son provocados, entre otros agentes, por las industrias y los vehículos que circulan por la ciudad. 
  • Congestión del tráfico: la gran extensión de la ciudad hace que los habitantes deban recorrer grandes distancias para llegar a sus lugares de trabajo o estudio. Al no contar con sistemas viales expeditos, el transporte de las personas se ve dificultado, empleando mucho más tiempo para llegar a sus lugares de destino. 
  • Marginalidad urbana: dentro de la ciudad, existen barrios donde sus habitantes viven en condiciones miserables, marginados de las ventajas que supuestamente ofrecen las ciudades. No cuentan con viviendas adecuadas carecen de servicios básicos y no tienen oportunidades de educación y trabajo. Esto es fuente de origen de conductas antisociales. 
  • Crecimiento de la ciudad a costa del sacrificio de las tierras agrícolas que la rodean: esto significa, por ejemplo, que los productos agrícolas suben de precio, porque cada vez están más lejos de su mercado.

La ciudad y el futuro

En el hombre contemporáneo, existe la tendencia a vivir en la ciudad, debido a las comodidades que esta ofrece. Pero, cada día se le hace más difícil resolver los problemas que ello conlleva.

En la búsqueda de adecuadas soluciones, diversos profesionales —como arquitectos, geógrafos y planificadores— han presentado distintos proyectos. Uno de estos ha sido la construcción de ciudades-jardín. En ellas se reúnen las ventajas de la ciudad con las del campo.

Otra proposición ha sugerido que las autoridades cuiden que exista una planificación urbana, a fin de superar los problemas contaminación y marginalidad que sufre la población de la ciudad.

Otra alternativa para mejorar la calidad de vida en las urbes son las ciudades-satélite. Estas constituyen una serie de poblados menores ubicados en torno de una gran ciudad. Fueron creadas como una manera de descongestionar a la gran ciudad. Sin embargo, sus habitantes generalmente deben viajar hacia ella, pues sigue siendo su lugar de trabajo.

Será necesario un gran esfuerzo de todos los habitantes para que las ciudades ofrezcan una mejor calidad de vida.

 

El campo y la ciudad

A partir del surgimiento de la agricultura, el ser humano modificó su vida nómada —en la que se desplazaba de un sitio a otro en busca de recursos—, a una vida sedentaria, ya que tenía que cuidar sus cultivos y criar animales para obtener alimentos y vestido. Esas pequeñas comunidades fueron creciendo hasta convertirse en pueblos y ciudades.

En la actualidad siguen existiendo diferentes clases de comunidades, algunas se encuentran en el campo y otras en la ciudad. A las primeras se les llama comunidades rurales, y a las citadinas urbanas.

 

COMUNIDADES RURALES

Las comunidades rurales son aquellas que se establecen en el campo y por lo general se dedican a la agricultura y ganadería.

En México existen extensas zonas dedicadas a la agricultura. El cultivo de la tierra es una actividad muy arraigada en el pueblo mexicano, incluso ya se practicaba antes de que llegaran los colonizadores; su existencia tiene por lo menos siete mil años. Sus pobladores cultivaban maíz, frijol, calabaza, cacao, chile, aguacate y algunas plantas más.

En nuestro país se pueden cultivar prácticamente todos los vegetales conocidos; esto se debe a la variedad de condiciones climáticas del territorio mexicano. Los principales cultivos son: maíz, sorgo, frijol, caña de azúcar, trigo, café, arroz y alfalfa.

La forma de cultivar la tierra también tiene modalidades; hay zonas de grandes contrastes. En un extremo encontramos amplias regiones en las que se emplea la maquinaria más moderna, semillas mejoradas, fertilizantes de primera calidad y riego abundante; mientras que en otros lugares se utilizan herramientas y procedimientos muy primitivos, y el agua depende de la época de lluvias.

La ganadería es otra actividad muy importante de las comunidades rurales. En México las especies animales en orden de importancia son: bovinos, ovinos y caprinos, aves y porcinos.

El ganado bovino está integrado por vacas y toros de diferentes especies; algunas se crían para aprovechar de ellas la carne, otras como productoras de leche y algunas más son de doble propósito, es decir, se obtiene tanto leche como carne.

Las mejores razas para producir carne son las vacas Hertford, Angus y el cebú. El cebú se cría mucho por su capacidad para desplazarse en terrenos agrestes y cerriles.

Del buen ganado lechero se llegan a obtener hasta 40 litros diarios de leche, pero si las vacas no tienen las condiciones adecuadas la producción es de aproximadamente ocho litros al día y tan sólo dos cuando se alimentan de forma deficiente. En otras palabras, la producción lechera o de carne está directamente relacionada con la calidad y cantidad de alimentos que reciban los animales a diario.

El ganado ovino y el caprino, formado por borregos y cabras, respectivamente, aunque no tienen tanta demanda como el bovino, también se crían en México, sobre todo en lugares de terreno accidentado o en zonas semidesérticas, ya que estos animales se alimentan prácticamente de cualquier tipo de vegetal, incluso de especies con espinas, como los nopales.

Este ganado se utiliza en la producción de carne y, en menor proporción, de leche, para preparar quesos, y en el caso de los borregos aprovechando la lana.

El ganado aviar está integrado por especies de gallinas, guajolotes, patos y codornices.

Para lograr un buen desarrollo de las gallinas, se crían en granjas o naves donde se les da una alimentación balanceada y se les controla la cantidad de luz. Se considera que una gallina ponedora debe producir dos huevos al día.

El ganado porcino está formado por puercos, de los que se aprovecha prácticamente todo: carne, piel, vísceras, pelo, huesos, etcétera.

En menor proporción se cría en nuestro país ganado equino que se utiliza para el trabajo, el transporte o para participar en diversos deportes.

Representantes de este grupo son los caballos, burros y mulas.

En ciertas zonas de nuestro país también se lleva a cabo la cría del conejo, cuya finalidad es aprovechar la carne como alimento y la piel para fabricar prendas de vestir y algunos adornos.

Además de la agricultura y la ganadería, la silvicultura también es una actividad importante en nuestro país.

Una pequeña proporción de las comunidades rurales se dedica a la explotación de especies forestales maderables, aprovechando principalmente el pino, el encino y el oyamel.

De los árboles se aprovecha la madera para construir objetos artesanales, muebles, adornos, instrumentos musicales, madera para construcción o combustible y también con ella se prepara una pulpa que se usa para fabricar papel.

 

COMUNIDADES URBANAS

Las comunidades urbanas son el conjunto de individuos organizados y establecidos en un mismo territorio que, por su extensión y desarrollo, forma las ciudades.

Las ciudades son también ecosistemas artificiales que para subsistir dependen de factores externos, como alimento, agua y toda clase de materias primas para la industria y el comercio.

Las actividades que se realizan en las ciudades son muy diversas, siendo el comercio la más importante, ya que en ella se llevan a cabo numerosas transacciones para compra y venta de productos que vienen del campo o que van hacia él; o bien de artículos que llegan de otros países o los que México exporta al extranjero.

Desde el punto de vista ecológico, las ciudades presentan muchos problemas, porque en ellas habita un número muy elevado de personas, y eso hace que la demanda de agua, alimentos o vivienda sea muy alta.

Como resultado, la población de la ciudad muchas veces tiene que sufrir la carencia de agua y de otros servicios. Además, se forman colonias con gente de pocos recursos, donde por competencia y debido a la necesidad de trabajo y de dinero se incrementa el vandalismo, se consumen alimentos como frutas, verduras o carne que vienen de lejos y que no reúnen las mínimas condiciones de higiene; además de vivir rodeados de un aire contaminado por el exceso de vehículos y fábricas que liberan gases tóxicos a la atmósfera, lo que perjudica a la salud.

Este problema no es exclusivo de México, ya que en todos los países los habitantes de las grandes ciudades viven a diario los problemas ocasionados por la contaminación del aire, los robos, el tráfico, la escasez de transporte público y la consecuente pérdida de tiempo al desplazarse de un sitio a otro, la demanda de empleos, etcétera.

En nuestro país existen muchas ciudades hermosas, como Guadalajara, Querétaro, Puebla, Monterrey, etc., y la más importante, la ciudad de México, ya que en ella se localizan las principales industrias o sus oficinas, y además es la sede del gobierno federal.

Sin embargo, su territorio es pequeño para el número de personas que viven en ella, por eso el índice de contaminación se ha vuelto tan alto que diariamente se toman medidas para evitar daños graves de salud a la comunidad urbana.

El agua es insuficiente, al igual que la mayoría de los recursos, y cada día surgen nuevos problemas que no acabarán hasta que las industrias y fábricas se descentralicen, es decir, se distribuyan en diferentes puntos de la República.

Muchas personas prefieren salir de la ciudad y buscar trabajo en otros sitios del país, pero también sucede que la gente del campo va a la ciudad pensando que será fácil encontrar trabajo y tener una mejor forma de vida, pero no es así.

La competencia por los empleos es muy fuerte y el nivel de vida es más caro que en el campo. La gente se debe dar cuenta de que es mejor vivir en su propia comunidad que desplazarse a la ciudad buscando oportunidades que difícilmente encuentran.

En las ciudades, por ser ecosistemas artificiales, hasta cierto grado se pueden controlar las condiciones ambientales; por ejemplo, racionalizar la cantidad de agua y de energía eléctrica que llega a las casas, pero ello implica una intensa participación ciudadana y sobre todo la aceptación de esas medidas porque, como es lógico, cada quien tiene necesidades particulares y no sería posible hacerlo sin antes exponer los problemas de la ciudad, con el fin de convencer a la gente de la importancia de tomar medidas para que las ciudades sean sitios con una mejor calidad de vida.

 

POBLACIÓN DE LAS COMUNIDADES

RURALES Y URBANAS

El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), con sede en la ciudad de Aguascalientes, se encarga de recabar datos acerca de la población, como el número de habitantes que viven en cada comunidad, a qué se dedican, cómo son sus casas, etcétera.

El INEGI ha establecido que para considerar como rural a una comunidad, el número de sus habitantes no debe ser mayor a 2 mil 500 personas, mientras que las comunidades urbanas pueden considerarse medianas si rebasan los 2 mil 500, o ciudades cuando el número de habitantes es superior a 50 mil.

El más reciente conteo de población y vivienda, de 1995, realizado por el INEGI, indicó que la población total de la República Mexicana rebasa los 90 millones de habitantes, de los cuales cerca de 70% vive en comunidades urbanas y el restante 30%, en comunidades rurales.

Este estudio también reveló que muchas comunidades presentan características rurales y urbanas, por lo que se les considera comunidades mixtas o comunidades en transición.

Mucha gente migra hacia las ciudades buscando mejores oportunidades de trabajo o porque en sus comunidades no cuentan con buenos servicios de luz, agua potable, drenaje, teléfono, energía eléctrica, hospitales, escuelas o sitios de recreación.

 

RELACIÓN ENTRE LAS COMUNIDADES

RURALES Y URBANAS

Las comunidades  rurales y las urbanas están muy  relacionadas y se necesitan unas a otras para intercambiar productos y servicios.

Los alimentos cultivados en el campo son llevados a las ciudades para su consumo directo, distribución o procesamiento en las industrias, que los convierten en alimentos procesados, como congelados, embutidos, alimentos en lata, y otros.

Los recursos ganaderos también son llevados a las ciudades para aprovecharlos y convertirlos en otro tipo de productos, como prendas de vestir: zapatos, chamarras, cobijas, muebles, adornos, etcétera.